sábado, 1 de septiembre de 2012

OASIS MARINOS

Los Oasis marinos pretenden crear la cultura de la solidaridad para la supervivencia del hombre, los animales y las plantas, en zonas de escasa producción de alimentos. La materia prima de los dispensarios marinos, es el agua de mar y su utilización se deriva del grado de conciencia que adquiera cada persona.


¿Qué es un Oasis Marino?

.Estas plantas descienden de las algas que se adaptaron a la Tierra pero mantienen su dependencia del Mar del cual siguen obtieniendo todos sus nutrientes, ahora, a través sus raíces estabilizadas en la arena de las playas.  Unas cuantas de estas plantas son comestibles, sabrosas y ricas en proteinas, amino-ácidos , todas las sales minerales.....algunas, como la Salicornia, ofrecen una semilla altamente oleaginosa por lo que hoy existen grandes plantaciones destinadas al bio-diesel obviando la utilidad alimentaria y creando variedades más rentables para su fin.
El concepto Oasis Marinos ideado en el año 2008 por Omdimar  (Oasis y Dispensarios Marinos ), se refiere a la creación de cultivos de halófilas en zonas desérticas cercanas al mar y castigadas con la pobreza y el hambre.
El valor nutritivo y curativo del Agua de Mar y de las Halófilas está sobradamente investigado, por unos y otros, Omdimar se siente orgullosa de contar con la asesoría de científicos de renombre mundial.
        La implantación de estos cultivos novedosos en zonas de extrema pobreza parece lo adecuado pero, hasta el momento, ninguna institución estatal, religiosa o laica se ha hecho eco de los informes y propuestas entregadas por Omdimar por lo que, antes de perder más tiempo, iniciamos sin un euro el primer O.M. en Pointe Sarene, Senegal.
Pointe Sarene es un pueblo situado en la costa de la sabana senegalesa, tiene 6.000 habitantes no tiene ayuntamiento, ni policía, ni juez pero es un pueblo ordenado y tranquilo donde la totalidad de los menores de 12 años van a la escuela y la pobreza se suaviza con su solidaridad y el buen gobierno.

EL MAR AGUA DE LA VIDA

 La diarrea mata anualmente  a 2,2 millones de personas, de ellas, más de un millón son niños menores de cinco años. La malnutrición cada día provoca la muerte de 10.000 niños, la calidad del agua es clave para absorber los nutrientes. El Cólera afecta a muchos núcleos de población pobre ocasionando la muerte de miles de personas como en Haití. La fiebre tifoidea provoca cada año más de 500.000 muertes. Según un informe de la ONU, más de 1.100 millones de personas  carecen de instalaciones necesarias para abastecerse de agua y 2.400 millones no tienen acceso a sistemas de saneamiento.  

           El círculo vicioso de la pobreza y la enfermedad, el agua y el saneamiento insuficientes constituyen a la vez la causa y efecto de esta grave crisis mundial que cada día se acentúa sin que gobiernos o instituciones sean capaces de solucionar por falta de interés. Nos echamos las manos en la cabeza cuando conocemos los millones de muertes que se producen por falta de elementos tan fundamentales para la vida como es el agua y sin embargo no se ponen soluciones para atajar este genocidio consentido por todos los países del mundo. Se mire por donde se mire, la desnutrición, la deshidratación y la muerte por enfermedades crónicas del ser humano, son debido al orden asesino del mundo. Quien muere de hambre, de sed o de falta de higiene, es víctima de un asesinato, y quien pudiendo hacer algo para evitarlo no lo hace, se convierte consciente o inconscientemente en cómplice de ello.
 El agua de mar ocupa el 70% del Planeta Tierra, es el elemento más abundante que existe y además es patogenicida, que con el simple hecho de lavarse las manos con ella y sin jabón, toda clase de gérmenes infecciosos quedan desactivados en el acto. El agua de mar es gratuita, no necesita extracciones costosas. Solo con que camiones cisternas recogieran agua de mar en la costa y las llevara a los núcleos necesitados para lavarse las manos, se podrían salvar la vida de millones de personas. Así de sencillo, fácil, útil y necesario.
Pero el agua de mar puede salvar muchas más vidas. Puede utilizarse para muchas más necesidades básicas. El 97,5% del agua existente en nuestra Tierra es agua de mar, un 2% es agua dulce congelada en los polos y solo queda el 0,5% de agua dulce consumo humano, agrícola, ganadero e industrial. Si vemos los porcentajes, comprenderemos la enorme capacidad casi ilimitada que posee el agua de mar. Si a ello, le sumamos los enormes beneficios que aporta, nos daremos cuenta del potencial que tenemos en nuestras manos y que siendo patrimonio de todos, puede acabar con la desnutrición en el mundo y con muchas enfermedades crónicas.
El mar, al igual que un organismo, posee su propia homeostasis, su propia regulación interna y su comportamiento presenta una analogía similar con la del medio interno del organismo humano, lo cual permite considerar el agua de mar como un  remedio para muchas enfermedades y patologías.
Facilitado por nuestra amiga Daxalma Luna, delegada y coordinadora en México de la Fundación sin ánimo de lucro ONDIMAR